Escrito por Yamila Palloni
¿Por qué comemos de forma impulsiva?
La mayoría de las veces, comemos sin la necesidad real fisiológica de alimentos. A este hambre lo llamamos ̈emocional ̈. Está relacionado con lo que sentimos y lo que en cierta manera estamos tapando sin darnos cuenta por medio de la comida buscando sentirnos “mejor”. Aprender a “detectarlo” es el primer paso para combatirlo y poder realmente disfrutar de los alimentos.
¿Cómo detectar el hambre emocional?
Podemos clasificar el hambre en:
- Selectivo: no da igual un chocolate que un bastón de zanahoria. Esto se debe a que las altas concentraciones de azúcar y grasa liberan mayor proporción de dopamina dando mayor recompensa de “placer” y por eso, buscamos ciertos alimentos y no otros.
- Sorpresivo: de repente aparecen las ganas de comer algo.
- Dudoso: Desaparece cuando no le prestamos atención o sacamos el foco de eso.
- Desesperante: lo quieres YA y haces todo para buscar ese alimento
- No responde a tus horarios de ingesta: por ejemplo, a las 11 de la noche una hora después de la cena, con la panza llena y pasado el horario de ingesta igual sientes hambre.
Relacionado con tus emociones: te sientes triste, deprimid@, aburrid@ o content@ y la acción siguiente es buscar un alimento que acompañe esa emoción. Generalmente son alimentos altos en azúcar, ya que generan placer.
Cuando tenemos ese tipo de hambre buscamos sentirnos mejor, buscamos placer por medio de la comida, activando el circuito de recompensa donde la expresión emocional desencadenante es el placer por comer.
Lamentablemente cuando esto ocurre y no hay control de esos impulsos generamos un mal hábito.
¿Qué podemos hacer si o esto pasa?
– El primer paso es poder identificar estos momentos y tomarse un minuto para poder pensar y diferenciar qué tipo de hambre es.
– Si no logras diferenciarlo, toma un vaso de agua y revisa si es sed.
– Si no hay hambre, es decir no hay una necesidad fisiológica real de comer, entonces es hambre emocional y este es el hambre que debemos aprender a manejar.
– Toma la mejor decisión para ese momento, es decir, puedes elegir ¨sacarte las ganas¨ de algo dulce midiendo la cantidad de ingesta o elegir nutricionalmente mejor el alimento a comer.
Seguramente, los diferentes picos de hambre a lo largo del día son reflejo de una mala alimentación o de un desorden en las comidas. Puedes acceder a nuestras guías nutricionales para aprender a armar tus platos, seleccionar tus macros y ordenarte mejor en las comidas en www.somoswefit.com